Después de una larga jornada de trabajo me encuentro en el
techo de un edificio contemplando lo complicado y extraño que aún me parecía este
plano de existencia, observo como ella se posa en un saliente.
Ella siempre había tenido un nombre común, pero todo mundo
le apodaba Muerte y permanecía con un fuerte vínculo conmigo, ella siempre me ha
dicho que ella me acompañado desde que mi alma fue creada como parte de los
tratos de nuestras familias para poder servir a “El”.
Ella es un alma eterna, lo que significaba que todos sus
vivencias, historias e información aprendidas permanecían en con ella inclusive
después de volver a este plano. En cambio, yo soy un simple renacido, eso
significaba que solo conmigo permanecían los objetos y la energía que había
obtenido en mi vida anterior, todo esto es provocado para evitar lazos y con
eso reafirmar que todo el tiempo nuestra familia tenía que permanecer neutrales
con los jueces y los cosechadores.
Ella es una jueza del abismo, pero parece una simple
señorita, demasiado esbelta y pequeña. Si la observas con detenimiento ella no
pudiera aparentar ser lo que realmente es quien reclama las almas y las lleva a
quien le pertenece, un trabajo bastante triste.
Ey!, ¿me estas escuchando? –ella intenta llamar mi atención
Yo bastante distraído y perdido en el agobio que me provocan
las largas cazarías durante la jornada.
Me muerdo el labio y torpemente le contesto:
Hola Anna, ¿ha sido una larga jornada verdad?
Ella un tanto molesta me responde:
No me gusta, que me digas por mi nombre en este plano – hace
una pequeña pausa – aun no has respondido el mensaje que te envié.
Mi cuerpo se estremece y recuerdo que la he estado evitando,
pero como la jornada están larga comparada con la realidad.
Con bastante nerviosismo con ella, noto su cara de
frustración y enojo. voy a intentar explicarle que no me siento bien con lo que
me dice ella, me interrumpe bruscamente:
No tienes que darme explicación, solo que aun no entiendo la
razón o el motivo – frena en seco, toma un poco de aire y continua – desde la
creación hemos sido una pareja…
Yo no me siento listo para tal cosa, como puedo estar con
alguien que ni siquiera conozco, mucho menos alguien que me impone tanto
respeto o talvez sea temor que me preocupa su rostro esquelético. Me quedo sin
poder decir una palabra cuando alguien nos interrumpe.
¿Cómo les fue en la jornada? - mi padre con su completa
confianza y su forma estoica al reconocer de mi situación incómoda.
Respondemos bastantes incomodos por la situación, con un
simple y llano – Bien
Mi padre bastante apurado, me voltea a ver y me da una
palmada en el hombro, me dice con su seguridad: despídete ya es hora de
despertar y tienes que ir al colegio.
Se desvanece en el aire con esto que acaba de volver a la
realidad. Me volteo y me dirijo hacia anna, bastante nervioso le digo: amm…
anna… digo perdón muerte, nos vemos mañana en el colegio.
Ella saca una sonrisa y me responde un simple gesto
levantando levemente su mano y se da la media vuelta, mientras me desvanezco,
abriendo lentamente mis ojos y me encuentro otra vez en mi habitación.